Resumen:
La visión que tenemos del océano se limita a las olas que rompen en sus costas o bañan sus playas, a los barcos pesqueros que llegan a los puertos rebosantes de pescados, a las regatas de veleros, o a impresionantes imágenes de violentas tempestades… Pero el océano es un mundo inmenso, cercano y lejano a la vez, que conocemos mal y encierra muchos misterios, y cuyas riquezas difícilmente mensurables son indispensables para la vida en la Tierra.
Un ecosistema incluye el medio natural y los vegetales y animales que viven en él. El océano incluye ecosistemas muy diversos como arrecifes coralinos, abismos oceánicos (a una profundidad de más de 2.500 metros) y la alta mar. Algunos animales pasan de un ecosistema a otro, como las ballenas, que emigran de las zonas cálidas a las frías. Los ecosistemas más ricos en materia orgánica y, por lo tanto, en diversidad biológica, son las aguas costeras, los arrecifes coralinos y los manglares.
En el caso del Océano Austral, es uno de los más importantes porque influye en los demás ecosistemas marinos del mundo a través de la mecánica de corrientes que se forman exactamente en esta estrecha asociación de Hielo y agua de mar.
Explicaremos de manera detallada de qué manera funciona el Océano Austral para entender mejor sus aportes naturales en cuanto a su mecánica, dinámica y aportes a los seres que los habitan.