Abstract:
Las actuales variaciones climáticas y la actividad humana podrían estar alterando las condiciones ambientales en la península Antártica. Junto a esto, se ha documentado una reducción del tamaño poblacional del krill antártico (Euphasia superba), componente esencial de este ecosistema. Se ha sugerido que este fenómeno estaría ligado a este reciente cambio medioambiental. Por otra parte, estas variaciones en el krill podrían estar afectando la dieta de las especies consumidoras de este crustáceo que nidifican en el área. Con el objetivo de estudiar estos posibles cambios en la dieta, hemos utilizado como modelo de estudio a la Golondrina de mar de Wilson (Oceanites oceanicus) y a la Golondrina de mar de vientre negro (Fregetta tropica), ambas nidificantes en las islas Antárticas y sub-Antárticas. Para estimar los cambios en la alimentación de estas aves se realizó un análisis de isótopos estables de Carbono (δ13C) y Nitrógeno (δI5N). Para ello, se colectaron muestras de plumas de F. tropica y o. oceanicus durante la época estival del 2009, en Isla Rey Jorge, las que fueron agrupadas con muestras proveniente de la década de 1980 y en conjunto se compararon con marcas isotópicas de muestras de plumas de las décadas del 20' y 60'. En términos generales los registros isotópicos de las temporadas estudiadas, mostraron diferencias entre el grupo de datos mas reciente en ambas especies en comparación con las décadas de los '60 y '20. Este hecho sugiere que la alimentación, durante el periodo inter-reproductivo, ha tenido variaciones entre las distintas décadas. Los valores isotópicos de las plumas de los individuos de ambas especies, de la temporada 2009, fueron comparados con valores isotópicos sanguíneos de cada ejemplar, obtenidas en la misma campaña de terreno, para constatar diferencias en la composición isotópica. Este análisis también arrojo diferencias en los valores isotópicos entre plumas y sangre, sugiriendo la existencia de variabilidad estacional de las dietas. Además, se compararon las actuales dietas entre ambas especies, en tipos y proporciones de presas, análisis que también arrojó diferencias, sugiriendo que las golondrinas de mar de este estudio utilizan diferentes sitios de forrajeo.